Datos BásicosLa época del año con muchos socios ya disfrutando de vacaciones, otros dedicados a un entrenamiento especifico para otros retos y el temor de algunos a las altas temperaturas que se esperaban, hizo que el grupo inicial para desarrollar la actividad fuese de solo 11, a pesar de ser una ruta moderada en cuanto a esfuerzos y desniveles.
Al final la ruta fue de unos 10,5 Kms. y algo más de 500 mts de desnivel y nos toco sufrir la masiva salida de personas, principalmente de madrileños, sobretodo en el aparcamiento.Crónica: En la puerta de la Parroquia de San Ildefonso de Toledo nos reunimos el grupo y allí tuvimos la baja de un participante, por lo que nos pusimos en camino para Madrid donde nos esperaba el resto de participantes.
Prácticamente desde que abandonamos Guadarrama para dirigirnos al comienzo de la ruta, vimos señales de policía local restringiendo y regulando movimientos de vehículos y al llegar al embalse, pudimos ver que toda la carretera que lo circunvala estaba con cintas, vallas y pivotes, impidiendo el aparcamiento y también en el punto inicial de la ruta, donde pensábamos aparcar.
La incidencia nos obligó a continuar unos dos Kms. mas por carretera, la que circunvala por el norte el embalse y aparcamos en una zona regulada entre las casas y la ermita de S. Macario, donde los componentes del Grupo de Organización nos reunimos de urgencia y llegamos rápidamente a plantear de común acuerdo, una alternativa para no volver andando al punto que estaba previsto de inicio.
Aprovechamos la reunión del grupo en el nuevo punto inicial, para explicar someramente el desarrollo de la ruta y los cambios que habíamos introducido y a las 09:30 iniciamos la ruta en dirección norte por una senda al este de la ermita de S. Macario que nos llevó a un camino en la zona de Cerro de la Viña y por éste camino, progresando en dirección este alcanzamos la pista por la que estaba prevista la parte inicial de la ruta. La zona es muy bonita, dentro de un gran pinar que hace muy agradable la temperatura en la zona.
Enseguida alcanzamos unas antiguas viviendas en ruinas de los resineros que trabajaban en la zona y abandonamos el camino para bajar al arroyo y disfrutar brevemente de sus frescas y cristalinas aguas y del sonido de la cascada de la Chorrera, que está muy cubierta por una densa, enmarañada y punzante vegetación que apenas nos permitió verla en su magnífico esplendor. Hicimos una breve parada en la fuente de la Chorrera para refrescarnos.
Retomado el camino, enseguida abandonamos la pista y tomamos la senda que nos llevó a la pradera de los Regajos, desprovista de arboles y donde se empezaba a notar el aumento de las temperaturas, por lo que aprovechamos la fuente de los Regajos para descansar brevemente, refrescarnos y atacar a continuación una muy empinada senda en sombra pero con terreno y piedras sueltas.Finalizada la senda, tomamos el camino que llega hasta la fuente de la Pinosilla y el árbol singular numero 143 de la Comunidad de Madrid, un espectacular pino donde hicimos algunas fotos a la sombra de su gran copa. A continuación a veces por una medio perdida senda y otras veces campo a través atacamos una de las últimas subidas para llegar al Cerro de los Álamos Blancos
En el cerro donde llegamos a las 11:30 horas, pudimos explicar la posición defensiva que allí se estableció en el año 1936 y pudimos recorrer los restos de defensas, fortificaciones, trincheras, etc. y observar la extraña presencia de unos álamos blancos en medio de un mar de pinos. Hicimos el alto central para reponer fuerzas y hacernos la fotografía de grupo y emprendimos la vuelta campo a través, sin encontrar senda alguna por una gruesa y resbaladiza capa de hojas de pino y piñas sueltas.
Alcanzada la pista forestal, ya con altas temperaturas pero protegidos por la masa arbórea, descendimos un buen trecho, atravesamos el arroyo de Los Álamos Blancos y posteriormente por sendas, alcanzamos de nuevo los vehículos a las 13:30 horas. En la misma zona del aparcamiento, en un merendero existente, pudimos refrescarnos y entre cervezas comentar las anécdotas del día y las próximas rutas, especialmente la del periodo veraniego, dando por concluida la jornada.