Datos Básicos: Una parte del grupo se reunió a las 07:30 horas en el lugar habitual, frente a la explanada de Santa Teresa en Toledo y el resto a la 09:15 en un pequeño aparcamiento justo a la entrada del pueblo de San Mamés.

Crónica: Una vez reunidos todos los miembros del grupo se repartieron algunos regalos que se encontraban pendientes de entregar a los socios del club y se explicó la ruta que se iba a realizar ese día. A continuación, se empezó a andar en dirección Norte pasando por el centro del pueblo y un corto tramo de carretera que llevaría al grupo hasta la Iglesia de San Roque, lugar en el que se tomó una pista de tierra que salía a la izquierda.
La pista llevo al grupo hasta la Quesería de San Mamés, lugar al que se regresaría más tarde, y a continuación, tras un buen rato andando a la Casa del Leñador, donde el grupo hizo una primera parada para poder refrescarse tomando algo de agua. A partir de ahí se continuó el camino entrando enseguida de lleno en un hermoso y frondoso pinar que hizo más agradable el camino gracias a que se pudo disfrutar de la sombra que proporcionaban los árboles. Según se avanzaba, se empezó a ver a lo lejos entre los árboles la cascada, ya que la pista llevaba directamente a ella.
Al alcanzar el final de la pista y tras subir por un empinado camino zigzagueante el grupo llegó por fin a su objetivo, la impresionante Chorrera de San Mamés, la cual proviene del Arroyo de Pinilla. Tras las fotos de rigor en un lugar tan espectacular, se siguió subiendo por el camino un poco más, justo hasta encontrar un lugar lo suficientemente amplio como para poder parar y estar cómodamente sentados comiendo algo y reponiendo fuerzas. Una vez se estuvo un buen rato descansando, el grupo se puso nuevamente en marcha deshaciendo el camino, volviendo primeramente a la cascada para hacer la tradicional foto de grupo con la bandera.
El camino de regreso continuó por la pista, pero esta vez se tomó un sendero bien señalizado que salía a la derecha y que continuaba por zonas de pinares y robledales. Tras un rato de camino se dejó atrás la zona de pinar, y un poco más adelante se llegó a un paso canadiense donde se tuvo que girar a la izquierda para dejar el camino e ir durante un rato campo a través. Poco más adelante se cruzó un arroyo por un puente y se volvió a recuperar el camino, que acabaría llevando directamente a la quesería que se encontró al inicio de la jornada, y donde algunos miembros del grupo aprovecharon para comprar algunas viandas.
Ya casi dada por finalizada la ruta, se tomó una bifurcación que llevaba directamente al pueblo, y de ahí al aparcamiento en donde estaban aparcados los coches. Una vez finalizada la ruta se decidió ir a un pueblo cercano para buscar una terraza lo suficientemente amplia para poder disfrutar de un merecido refrigerio comentar todas las experiencias del día.

XCII Ruta: San Mames – Chorrera de San Mamés