Datos Básicos:
Longitud: 20 km.
Duración: 6 horas.
Desnivel: 500 m.
Punto y hora de Inicio: Plaza del Castillo de Arenas de San Pedro, Ávila. A las 09:45.
Participantes: 7. 6 socios y 1 no socio.Crónica:
Una vez reunidos en el punto indicado y con el frescor de la mañana, el grupo desayunó en la terraza del bar “La Bodeguilla”, que ofrece una gran variedad de tortillas.
Una vez desayunados, se inició la ruta por el margen del río Arenal, que proporcionaba frescor añadido a la buena temperatura matinal.
Con el rumor del río como banda sonora de la ruta, se pasó junto a las piscinas municipales y el área recreativa del campamento “El Tejar”. Poco a poco, el grupo fue ganando altura y tras atravesar varios campos de cerezos, cruzar el río Arenal y sufrir un par de chaparrones, se llegó al pueblo de El Hornillo, que se rodeó por el sur hasta la fuente que está junto al río Cantos a la entrada del pueblo. Se rellenaron las botellas con el agua fresca y cristalina y tras un breve descanso, se reanudó el camino de forma paralela a la carretera forestal al “Charco Verde”, por la que se caminó un pequeño tramo, hasta llegar a otra fuente, donde se hizo una breve parada para retomar fuerzas con la ingesta de alguna fruta.
La temperatura era muy agradable, pero las nubes amenazaban tormenta y con el sonido de algún trueno, se llegó hasta el Collado de la Casa. El camino era amplio y protegidos por la sombra de los pinos que lo franqueaban, se llegó cerca de las Chorreras de la Lancha, donde el grupo hizo la pausa de la comida y aprovechó para las fotos con la bandera del club y las del ya acostumbrado “Bota Call”.
Tras la pausa, salió el sol y empezó a hacer calor, lo que hizo un poco más duro el camino de vuelta, que dejaba Guisando a la derecha y tras cruzar la carretera, continuaba por el “Lancharón” hasta llegar de nuevo a Arenas de San Pedro.
Ya en el pueblo, los participantes de la ruta, se sentaron en la terraza del bar ”Los Caballeros“ para terminar la jornada tomando unas merecidas cervezas. El rato fue muy agradable y se entabló conversación con veteranos de la Legión, que iban a rendir homenaje a unos legionarios caídos en el desastre de Annual, que eran de Arenas de San Pedro. Tras un rato de charla, se nos obsequió con una botella de “leche de pantera” casera, que fue un curioso colofón a un agradable día de senderismo.