Datos Básicos:Es una ruta de seis días que recorre la llamada Alta Ruta de los Perdidos. En esta ruta visitamos seis refugios, Pineta, Goriz, Bujaruelo, Oulettes de Gaube, Grange de Holle y Espuguettes, los tres últimos en ubicados en Francia. Durante casi toda la ruta, se está entre los 2.000 y los 2.700 metros, rebasando en algún caso los 3.000 que, junto a los 20 kilómetros diarios que se recorren, lo convierte en un paseo de alta montaña que ya entraña cierta dificultad, no apto para personas que tengan vértigo por la verticalidad de algunos pasos.

Crónica:
Primera jornada
La aventura comenzó el sábado a las 9:00, en el lugar habitual en el que los socios solemos reunirnos para empezar las actividades del club. Este pequeño pero bien avenido grupo compuesto por tres Anas esta vez, Ángel, Eugenio, Julián y Marcos salía para la zona del Parque Natural de Ordesa - Monte Perdido, ubicado en Los Pirineos.
Tras un tranquilo trayecto con una relajada parada para comer, llegamos al refugio de Pineta (1200m), punto de inicio y llegada de la ruta, junto al Parador de Bielsa donde aparcamos los vehículos y cenamos. Al día siguiente nos esperaba un ascenso de 1200 metros hasta el Collado de Añisclo para calentar las piernas de cara al resto de jornadas.
Segunda jornada
Amanece, y en la mañana fresca, nos toca vadear un somero pero frío arroyo procedente de las cumbres aun nevadas. Tras una fuerte subida, llegamos al collado de Añisclo (2470m) y dese ahí vemos el siguiente obstáculo, la Faja de las Olas. Este es el primer paso delicado de la ruta. Tras pasar bajo una pequeña cascada donde nos mojamos un poco, empezamos a subir ayudados por un cable de acero para después bajar por una amplia grieta donde continuamos con la ayuda del cable. En esta grieta pisamos la primera nieve de la ruta. Pasamos a la faja, una amplia pero inclinada ladera que termina en una gran caída pero que nos sirve de atajo a la ruta convencional. Tras la faja, llegamos al camino de nuevo y terminamos por llegar al Refugio de Goriz (2200m). Celebramos el primer día, cansados pero satisfechos. Una cerveza y la cena culminan el primer día.
Tercera jornada
A las 6:15 AM nos levantamos este segundo día de ruta y tras el desayuno, nos ponemos las mochilas y comenzamos el segundo día, probablemente el más duro de todos. 700 metros de ascenso, 1400 de descenso, pasos por nieve o muy verticales nos esperan.
Empezamos la subida, no demasiado imponente al principio hasta que se llega al Cuello de los Sarrios tras el que se llega al Pasamanos de la Brecha donde se encuentra un paso bastante aéreo equipado con una cadena y que, por estas fechas, se desarrolla en mixto. Partes de roca se alternan con pasos sobre nieve. Con el piolet en mano, para salvar un posible percance, llagamos a la Brecha de Rolando (2805m), el mítico paso distinguible fácilmente desde todo el entorno circundante. Desde allí vemos el Pico Taillón (3144m), pico que en este caso tenemos que descartar pero que se queda en nuestras mentes para atacarlo en otra ocasión. Bajamos por el Glaciar de la Brecha camino del refugio de Sarradets (2570m) donde comimos; uno de los integrantes del grupo requirió del uso de las técnicas de auto detención tras pisar nieve más dura de lo normal y caer algunos metros ladera abajo. Una magulladura sin importancia y algo de tensión que pasaron en poco tiempo al comprobar que las herramientas funcionan.
Tras una primera mitad del día, muy amena y excitante, pasamos a una tarde con una larguísima y agotadora bajada camino del refugio de Bujaruelo (1240m), lugar muy transitado por familias y donde se encuentran agradables zonas de paseo y baño.
Cuarta jornada
Tras levantarnos a las 6:30 y desayunar abundantemente partimos hacia el refugio Oulettes de Gaube (2148m), el primero de los tres refugios franceses que visitaríamos. Una suave y constante subida por el valle de Bujaruelo, siguiendo el GR11 hasta el Puerto de los Mulos (2594m) marcaba la tendencia de la actividad de ese día. Terminamos bajando hasta el refugio por una corta y abrupta bajada para llegar a Oulettes de Vignemale, el inicio del valle glaciar donde está ubicado el refugio. Un precioso lugar donde se puede apreciar, entre otros, el Vignemale, el Petit Vignemale y sus glaciares, por desgracia, cada día más reducidos al llegar la época estival.
Quinta Jornada
Etapa larga y con gran desnivel, tanto de subida como de bajada, 1500 metros en ambos casos. Nos levantamos a la “hora estándar” para desayunar en, posiblemente el refugio con más equilibrio entre su ubicación y su calidad, empezamos la subida hacia Hourquette d’Ossooue para desde ahí hacer la subida al hermano pequeño del Vignemale, el Petit Vignemale (3032m), un pico fácil pero que nos regala una excelente vista del entorno, incluido el glaciar d’Ossue, que luego visitamos en su parte inferior. Comenzamos la bajada hacia Oulettes d’Ossue visitando varias cascadas y algunos refugios y haciendo una breve parada para comer ya que amenazaba tormenta. Poco después comenzaba una tímida lluvia con algunos truenos que afortunadamente no fueron a más. La última parte fue una bonita pero tediosa bajada suave hasta el refugio de Grange de Holle, muy cerca del pueblo de Gavarnie.
Sexta jornada
La quinta etapa de la ruta podría decirse que fue de descanso. Aunque finalmente se acumulan unos 600 metros de ascenso, la ruta no tuvo más de 8 kilómetros. No madrugamos demasiado, lo justo para ajustarse al horario del desayuno; después bajamos al cercano pueblo de Gavarnie, dejamos las mochilas en el lugar donde íbamos a comer y paseamos por el pueblo entreteniéndonos de cuando en cuando en las tiendas de montaña y en las tiendas de queso y vino francés. Tras un breve aperitivo, a las 12:00, degustamos un sabroso menú compuesto por especialidades de la cocina francesa. Un breve descanso tras la comida y subida al refugio de Espuguettes fueron el colofón de una jornada diferente al resto.

Séptima jornada
El refugio de Espuguettes (2000 metros), sin duda el peor de todos en servicio, nos despidió tras la rutina de cada mañana al despertar. Comenzamos la subida de 500 metros hasta Hourquette d’Alans y de ahí, sin perder altura, fuimos camino del refugio de Tuca Roya (2666m), bajo el pico del mismo nombre. El refugio de Tuca Roya es un refugio no atendido de 10 plazas rehabilitado por un club de montaña francés que, aparte de repararlo y limpiarlo, lo equipó con mantas, comida de emergencia, radio de emergencia, estufa y leña. Tan solo hay que dejar 8€ si duermes en el refugio para colaborar en su mantenimiento. Está encaramado en un pequeño collado con unas excelentes vistas del lago Marboré y Monte Perdido. Para llegar a él desde nuestra posición tuvimos que salvar un gran desnivel demostrando nuestras habilidades en el uso de crampones y piolet sobre la transformada nieve primavera. Descanso en el refugio y comienzo de la bajada del Balcón de la Pineta con sus 1400 metros de descenso, haciendo paradas para documentar las vistas en nuestras cámaras, hasta llegar al refugio de la Pineta. Tras nuestra llegada y acomodamiento, bajamos en coche a Bielsa para homenajearnos con una estupenda cena y un buen vino.
Octava jornada
Este último día, visita a Torla y comida en un restaurante que nos recomendaron para después regresar a Toledo con los recuerdos de los seis días de montaña y tiempo compartido entre amigos pensando ya, en cuál sería la próxima salida.

LXXIV Ruta: Alta Ruta de los Perdidos