Datos Básicos: Reunión inicial a las 08:00 horas en el lugar acostumbrado de Toledo de la mitad del grupo, pues el resto se incorporaba directamente en el aparcamiento sito en las inmediaciones de la Silla de Felipe II.
A las 10:00 horas comenzaba el recorrido teniendo en cuenta que hubo algún retraso debido a las nieblas y teniendo en cuenta la explicación inicial del organizador respecto a lo que se vería en la ruta. Tras un largo descanso en la cima de la Machota Alta, en el que el grupo aprovechó para hacer fotos y disfrutar del entorno, se comenzó el descenso hasta los coches, que se alcanzaron sobre las 15:00 horas.

Crónica: Se inició la ruta accediendo a la Silla del Rey, desde donde Felipe II divisaba el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial en esta ocasión oculto por la intensa niebla que rodeaba al grupo. A partir de ahí, comenzaba la ascensión siguiendo el sendero GR-10 que el grupo seguiría hasta el Collado de Entrecabezas, realizando paradas intermedias para realizar fotos del impresionante mar de nubes que quedaba por debajo ya debido a la altitud alcanzada por el grupo. Una vez en el Collado, el grupo giró noventa grados a su derecha para continuar su ascensión que los llevaría a la cima de la Machota Alta, popularmente llamada “el Pico del Fraile”. Desde allí, el sol y la temperatura agradable invitaba a hacer fotos y disfrutar del momento, como así hizo el grupo.
Tras las fotos de rigor y el tiempo de esparcimiento que tomó el grupo, se retomó la marcha, bajando en este caso hacia el lado opuesto de la montaña, ya apreciándose el puerto de la Cruz Verde, lugar de encuentro habitual de los aficionados al motociclismo y un hervidero en época estival. La bajada tenía cierta inclinación, hasta un collado cercano al arroyo de la Portezuela. En dicho collado, se produjo una graciosa anécdota ya que en el cruce con otro grupo de compañeros senderistas que llevaban un perro, dicho perro se despistó y se quedó con el grupo del club, teniendo que avisar al otro grupo para que lo recogiesen ya que no tenía intención de abandonar al grupo del club, y es que el club engancha también a los amigos caninos.
Una vez continuado el sendero y ya volviendo a entrar a la zona de niebla, debido a que el descenso había sido generoso, el grupo llegó al paraje conocido como la “Umbría del Valle”, donde había un pequeño desvío que el organizador prefirió inspeccionar ya que, debido a la intensa niebla existente, era más lógico hace runa pequeña inspección previa que confundirse y tener que volver sobre sus pasos.
A partir de ahí y cerciorándose mediante inspección visual, mapas, gps, etc, de que era el camino correcto se prosiguió con el descenso, pasando por el muro conocido como “Tapia Maestra” que constituía los límites del antiguo cazadero de Felipe II), para retomar la senda de la Herrería, entorno declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Numerosos carteles explicando la flora y las características de los ejemplares que se visualizaban, así como mapas del recorrido se pueden encontrar a lo largo de esta senda, estupendamente señalizada.
Una vez, el grupo se acercaba al aparcamiento, se encontró con la cueva del Oso, singular oquedad de aceptables condiciones en la que entraría sin problemas una familia de los conocidos plantígrados. No se sabe si alguna vez la habitaron o no, aunque poco importa ante el descubrimiento de la recoleta espelunca. Sobre todo, para los más pequeños. Dicha oquedad está formada por dos piedras que conforman un techo triangular. Alargada, en su final se accede a una pequeña cámara con parte de la techumbre abierta. Justo enfrente de la Cueva del Oso, hay un área de descanso de la senda ecológica.
Aprovechando el otoño y las numerosas hojas existentes en el suelo, el grupo aprovechó este punto para hacer simpáticas fotografías, las últimas de la excursión, ya que a pocos cientos de metros el grupo alcanzó el aparcamiento donde había dejados los coches unas horas antes para disfrutar de la ruta.
Tras la despedida de ruta, deseando lo mejor para el año siguiente y emplazando al grupo para la siguiente ruta ya en 2019, parte del grupo se desplazó hasta San Lorenzo del Escorial para disfrutar de una apetitosa comida, mientras que el resto regresó a sus lugares de origen.

Circular Las Machotas, Bosque de la Herrería, Silla Felipe II