Datos Básicos: Con puntualidad, a las 8:00 horas en un vehículo, el grupo partió desde Toledo, 4 socios, para unirse posteriormente en el parking de Lozoya a otros 5 socios. A las 10:15 horas después de una pequeña pausa para tomar café, iniciaron los 9 componentes la actividad del día.

Justo 16 kilómetros de longitud y apenas 50 de desnivel hicieron que este largo paseo que rodea todo el embalse, casi siempre por sombra, fuese ideal para una ruta veraniega. Cierto es que los últimos 45 minutos después de refrescarse en el embalse fueron los más calurosos de la jornada, que, aunque no fueron agobiantes (sobre 29 grados centígrados), sí provocaron que la sensación fuese de una temperatura más elevada. Cuando finalizó la ruta, sobre las 5 de la tarde, el grupo tomó algo fresquito, ya que debido a la hora y al último tramo con menos sombra, la situación lo requería.

 

Crónica: El coche que partía desde Toledo, llegaba a Lozoya unos minutos antes de la hora programada. Cuando se llegó al aparcamiento una socia ya estaba esperando, pero faltaban por llegar otros 4 integrantes más. El grupo en el tiempo de espera, aprovechó para tomar un café en un restaurante cercano. Una vez agrupados todos los componentes de la ruta, ésta comenzaba en un panel explicativo a las 10:15, en el que se muestra la ruta a seguir, y se comentaron los lugares de interés más significativos.
Al poco de iniciarse la marcha, el grupo llegaba a la presa. Tuvo que pasar un puente sobre el río Lozoya, para cruzar a la otra vertiente del embalse. Ahí es donde se realizó la subida del día de unos 50 metros de desnivel, para coger una pequeña altura e ir bordeando el embalse, rodeados de vegetación de ribera como fresnos, alisos, chopos o sauces y otro tipo de flora de bosque mediterráneo como encinas.
La senda iba bordeando todo el embalse, hasta que el grupo se encontró con una covacha, horadada en unas rocas kársticas. Obviamente, se hizo la correspondiente foto y se aprovechó para hacer un pequeño descanso para tomar líquido y algún alimento ligero.
A pocos metros, se encuentra el yacimiento arqueológico del Valle de los Neandertales, un interesantísimo lugar que cuenta con visitas guiadas, pero que debido a la hora y a que la visita a este fantástico enclave no estaba incluida en la ruta, el grupo continuó su camino hasta la cola del embalse.
Una vez allí, se pasó otro puente hasta llegar a la localidad de Pinilla del Valle. Aprovechando que hay una fuente con fresca agua, el grupo aprovechó para refrescarse y continuar hasta un pequeño apartado cerca del embalse donde se realizó la parada principal y se aprovechó para comer y refrescarse.
Tras el refresco en el embalse y la reponedora comida y descanso, siempre con unas vistas espectaculares, una temperatura ideal y un ambiente de lo más animado en el grupo, se reanudó la marcha, retomando de nuevo la senda que realiza toda la ruta y que el grupo abandonó para encontrar un acomodo con la debida sombra y espacio a la orilla del agua.
Tras 45 minutos que disponían de poca sombra en las horas centrales del día, donde el sol impuso su ley, el grupo llegaba al panel de partida ubicado en Lozoya, donde se dio por finalizada la ruta. Posteriormente el grupo disfrutó de un refrigerio en una animada terraza de uno de los varios bares y restaurantes existentes en el pueblo, y así comentar lo sucedido en la ruta.
Los organizadores aprovecharon para informar de las próximas rutas, la Circular por el Posets, que ya había sido cerrada debido a que era únicamente para socios y la de la jornada de convivencia y ruta del Boquerón del Estena que se realizaría el 11 de agosto.

Embalse La Pinilla