Datos Básicos:
La duración total de la actividad fue de unas cinco horas y media excluyendo traslados.
Solamente 6 participantes, las vacaciones de agosto se notaron en la participación, pudieron realizar una ruta de unos 17,5 Kms. de longitud y unos 550 metros de desnivel acumulado, en un día soleado, sin apenas viento y con una buena temperatura para el desarrollo del senderismo, quizás algo calurosa en el tramo final de la ruta

Crónica:
Desde el convento de las Hermanas Concepcionistas Franciscanas, ya en la salida de Candeleda, se inició a la hora prevista, la ruta para dar cuenta de los algo más de 4 kilómetros, los primeros, que siempre en subida, acumulan gran parte del desnivel previsto para la jornada, pero por buen camino y a la sombra de una importante masa de pinos. A pesar de coincidir nuestra ruta en los 8 primeros kilómetros con el itinerario de El Guerrero de Candeleda, no se coincidió con ningún corredor porque nos llevaban ventaja horaria, al menos de una hora.

La ruta discurre por una zona próxima a un cauce de agua, una zona fresca, a cubierto de masa arbórea en algunos tramos. Se progreso por la orilla meridional de la Garganta Santa María, por el PR-AV 46, la llamada Trocha Real que es una vía acondicionada a principios del siglo XX para facilitar el acceso a las cumbres de Gredos para las cacerías reales de Alfonso XIII. La trocha sigue a su vez la antigua vía trashumante de la Mesta que se usaba para cruzar Gredos por el puerto de Candeleda.

En la fuente del Sauce, se hizo una pequeña parada para refrescarse. En ella el grupo coincidió con una familia que paseaba por la senda sin conocerla, ni tener información, ni ningún tipo de ayuda para la orientación a la que se ayudó para planear el resto del paseo. De nuevo en marcha, el grupo cubrió el resto de la ruta hasta el abandonado nivómetro que hay en las inmediaciones del puente del Puerto de Candeleda.

Cubierto prácticamente los 8 primeros kilómetros, a las dos horas de ruta, se realizó la primera parada para descansar, comer y beber, aprovechada para realizar las primeras fotografías y sobre el puente la tradicional foto de grupo.

Hasta el puente, la Trocha Real es cómoda, asequible, con facilidad para la pisada, de hecho los corredores del Trail seguían esta ruta por la que además, se progresó en sombra disfrutando de una magnifica mañana. A partir del puente, el grupo cruzó la garganta y tomó la llamada Senda de los Pescadores, con terreno más irregular, con peor senda, donde era preciso cuidar la pisada e incluso pasar algún obstáculo con pequeñas trepas y en tres ocasiones con el auxilio de cuerdas.

El camino ahora estaba menos cubierto de árboles, con menos sombra y más movido. Casi en el kilometro nueve de ruta, apareció la primera cuerda instalada, cuerda dinámica de escalada, perfectamente anclada a la roca, al igual que la siguiente apenas unos centenares de metros más adelante, que permiten sortear fácilmente en subida y bajada unos bloques de piedra. Excesivo parece la instalación de las cuerdas, para facilitar el paso que con precaución se podrían sortear sin hacer uso de ellas, pero que con piedra mojada, ante la posibilidad de resbalones se estiman imprescindibles.

Enseguida, cerca de ladera en roca, apareció una conocida poza de agua, estupenda visión a mitad de ruta. La poza debido a los rigores del verano y la sequía, se veía con menor nivel de agua, de hecho se apreciaba en las paredes de rocas, antiguas marcas de aguas más abundantes, pero el agua menos torrencial, más apaciguada, suele estar más caliente, así es que se aprovechó para realizar el alto central del día y casi al completo, el grupo disfrutó de un delicioso y reparador baño.

Finalizado el baño y el descanso, se siguió hacia la tercera “diversión” de la ruta, un paso tibetano de cuerdas, que todos aprovecharon para emplearlo como agarres para sortear un arroyo, excepto un socio que se atrevió y pasó por el puente. Ya sin más paradas y a mejor paso pues apretaba el calor, se continuó hasta la última fuente en el kilometro 12 que facilitó el rellenar las botellas y emprender así el último tramo de la ruta.

Los últimos kilómetros de la ruta coincidieron con el recorrido de las carreras que se estaban celebrando y el grupo coincidió con algún corredor muy retrasado de la carrera de los 25 kms y los últimos de los 35. Como el camino estaba balizado para los corredores y estaba más animado con algún puesto de socorro y alguno de control, se dejó el track y por el itinerario de la carrera se llegó hasta el pueblo.

En las inmediaciones de la meta, a la sombra de una agradable terraza finalizó la ruta e inaugurado el tercer tiempo que dio para un par de cañas, comentar las incidencias de la ruta y emplazarnos para la siguiente.

CXLIV Ruta – Garganta de Santa María desde Candeleda